Lo primero es fortalecer el impacto que provoca el deseo por un producto, así cuando llegue el momento de analizarlo, ese deseo permanezca firme, sin dejar lugar a dudas. ¡La coherencia del producto y la comunicación son la clave!
La ley de la difusión de la innovación hoy es más relevante que nunca
La ley señala que el 85 % de las personas prefieren seguir tendencias que adoptar innovaciones, por esta razón, es necesario construir un imaginario colectivo basado en la percepción de un porcentaje de individuos del grupo meta, idealmente el 18%. Esta Ley confirma lo que sucede en las campañas en redes sociales, respaldadas por figuras públicas y una publicidad constante, son muy efectivas porque nos bombardean con el nombre y la marca hasta que se consolida en nuestra mente.
Todo inicia con la construcción del mensaje
Por otro lado y de acuerdo con la teoría de los tres cerebros —el lógico, el racional y el emocional—, si logramos que nuestros mensajes estimulen las sensaciones y los instintos del grupo objetivo, esto en si, constituye un éxito. El siguiente punto, es que el mensaje transmita con precisión lo que las emociones buscan, ya que es en este momento, donde tomamos la decisión entre el "sí me interesa" y el "no me interesa". Todo esto ocurre en el cerebro emocional que requiere de adjetivos que justifiquen la elección, como "bueno", "atractivo", "económico" o "durable"
Nunca se habla de precio, el precio no es una emoción
Como ya lo mencionamos, es necesario reforzar la primera impresión que despierta el deseo por un producto, para asegurar que el individuo no cambie de opinión después de analizar sus cualidades. Aquí la coherencia del producto es importante, ya que tiene que ver con la consistencia entre sus características, beneficios y valores; esta juega un papel fundamental en este proceso. Una vez identificado el grupo objetivo, es imprescindible trazar una estrategia que garantice que la marca se arraigue en la memoria sensorial del consumidor, proporcionando una experiencia que perdure en su mente. Esto va más allá de la simple descripción de los productos, se trata de ofrecer beneficios tangibles que mejoren aspectos específicos de la vida del cliente
Cómo lograr que una marca perdure en la memoria
El mercado está en constante transformación: lo que hoy funciona puede volverse obsoleto en un futuro cercano. Tanto las marcas como los consumidores están en un continuo proceso de cambio y evolución, esto ha provocado que los consumidores sean cada vez más conscientes de lo que adquieren e ignoren lo que no les interesa. Sin embargo, hay que recordar que de forma permanente están expuestos a nuevas propuestas, por esta razón, es fundamental desarrollar estrategias paralelas que permitan no solo conquistar a los consumidores, sino también mantener su fidelidad a largo plazo.
¡Crecer es posible!
Para mayores informes:
Yvonne Franco Ortega
Directora General
Gisacom Mkt & PR
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